¿Seme y Tame?

lunes, 28 de noviembre de 2011


 
Traducido al inglés por Emmanuele Levi

En estos últimos años, a través de una creciente familiaridad con Sensei japoneses, nos hemos puesto al corriente de términos de Kendo que describen aspectos, actitudes y sentimientos experimentados durante la ejecución de un ataque. Por ataque me refiero a la fase que precede y sigue a la ejecución del corte. Estos términos son bastante específicos y, por lo tanto, complejos.

Desafortunadamente, su significado “real” a menudo tiende a perderse debido a traducciones literales o despreocupadas. Otras veces se pierde por la conveniencia de centrarse únicamente ene el significado exterior, en la arrogante suposición que uno entiende todo sólo porque esta traducción superficial se ajusta a lo que tu crees o te gusta o a lo que ya sabes.

Este acercamiento nos impide entender el significado completo de estas expresiones, negándonos la autentica oportunidad de crecer a través de la experimentación de dicho término. Al mismo tiempo nos arroja al caos más absoluto, lo que habitualmente va acompañado del hecho de atribuir significados complejos a palabras simples y claras.
Habiendo descrito la escena, me gustaría centrarme en dos términos en particular: SEME y TAME.

SEME: literalmente signifca “El estado en el que se mantiene una posición, implacable y determinante, de ventaja respecto al oponente. Por ejemplo; Kiryoko-Ni-Youru-Seme (atacar con “espíritu combativo”), Ken-Sen-Ni-Yoru-Seme (atacar con la espada) y Datotsu-Ni-Yoru-Seme (atacar golpeando).
Muchas veces, tendemos a simplificar en exceso asociando el SEME con su manifestación física, por ejemplo, dando un pequeño paso hacia delante con el Kensen dominando el centro del oponente. Sin embargo, esto tan sólo es el aspecto superficial. La verdad es un fundamento oportuno desde donde empezar el acercamiento al concepto. No obstante, para crecer en el marco de nuestra experiencia, tenemos que cambiar el foco de cómo, cuándo y dónde se crea el Seme.
Podríamos decir que el Seme comienza en nuestro interior. Es nuestra determinación y voluntad de expresarnos a través del ataque que estamos a punto de realizar. Es la tendencia a tomar la iniciativa (Sen), creando una ruptura (Suki) en la posición mental y/o física del oponente. Mientras la expresión tangible puede variar de acuerdo a la situación y/o a las habilidades técnicas /físicas del oponente (manifestándose en el avance, moviéndose lateralmente o hacía atrás, levantando o bajando el Kensen, usando Harai Waza, etc) ¡la actitud espiritual no cambia! Para alcanzar esto, es esencial harmonizarse y sentir empatía con tu compañero de práctica. A menos que la actitud de ambos Kendokas, durante la práctica, se centre en la búsqueda del estudio de sus sentimientos, el Seme siempre estará incompleto, restringido a su forma técnica/física, dando resultados aleatorios (puede o no tener éxito, pero la razón nunca estará clara), ya que no se fusiona con un espíritu fuerte. El Seme debe buscarse y expresarse en su totalidad, como un todo.
K. Hasegawa Sensei usaba una expresión que creo da un significado muy claro al término: “El Seme es como el agua, un fluido que penetra en los materiales impregnándolos, hasta que cambia su consistencia”.
El Seme debe estar presente desde el inicio del Keiko hasta el final de un ataque e inmediatamente asumido de nuevo para el siguiente.
Un ejercicio recurrente para conseguir una actitud correcta en la búsqueda del Seme, es encontrar, dentro de un único ciclo respiratorio (inspiración/expiración), una única oportunidad de atacar.

TAME literalmente significa “La condición de mantener el equilibrio tanto mental como físico, mientras se mantiene un estado espiritual completo, durante la creación de un Waza”.
El Tame es el nexo entre el Seme y la finalización de un ataque. Cuando hacemos Seme, para crear un Suki en la guardia mental y/o física del oponente, no sabremos, a priori, que oportunidad vamos a encontrar. Aun que nuestro Seme funcione y cree una oportunidad específica, esto no significa que el oponente vaya a responder como esperábamos. Es posible que el oponente sufra nuestro Seme, exponiendo una apertura distinta de la deseada. Si, en este momento, no podemos mantener el equilibrio mental y físico y un espíritu completo, no seremos capaces de adaptarnos a las circunstancias que han aparecido. Por tanto nos arriesgamos a ser sorprendidos dándole al rival una oportunidad para golpear. El Tame es un periodo de “espera activa”, de observación y evaluación. El tiempo suspendido para desatar el ataque con el Sutemi adecuado. En este momento el Kensen todavía está apuntando al oponente. Sólo cuando el Waza a ejecutar está claro, entonces podemos penetrar para golpear, en un solo movimiento.
Con experiencia, esta fase debe gradualmente hacerse cada vez más corta. Esto es, la habilidad de explotar la oportunidad debe ser casi instantánea.

Aquí, al igual que con el Seme, la habilidad de harmonizarse con el compañero es muy importante.
Si prestamos atención a nuestra respiración, nos damos cuenta que en ese momento, ocurre una suspensión natural (no una interrupción) de la exhalación. Esto permite una compresión del abdomen (Hara) que te predispone para realizar un Sutemi válido para completar el ataque de forma efectiva.
Creo que estas pocas lineas pueden ayudar a la gente a entender, o al menos racionalizar estos dos conceptos, que engloban lo que toda mi experiencia actual me permite entender.

Obviamente, no pueden sustituir la experiencia directa que uno adquiere a través de la práctica constante.

Sin duda, el Kendo no se puede separar ni de la experiencia directa, ni de nuestra mente y conocimiento, ni de lo que nuestro cuerpo nos dice.

Artículo origianl por Lorenzo Zago, 7º Dan Renshi
Traducción al castellano por Néstor Bardisa

Sobre la longitud del Shinai

lunes, 14 de noviembre de 2011


Nota del Editor: Yamaoka Tesshu escribió esta pequeña pieza en 1883, cuando el Kendo (llamado a veces en aquella época Gekkiken, Kenjutsu, Shinai Uchikomi, etc) estaba muy lejos de su forma actual. No obstante el debate sobre la longitud del Shinai puede no ser relevante a día de hoy, pero era un tema que aparece con bastante asiduidad si leemos comentarios de principios y mediados del siglo XX, y no pocos sensei de fama experimentan hoy en día con el peso y longitud del Shinai. La Itto-Shoden-Muto-Ryu de Tesshu usa un Shinai de 3 Shaku y 2 Sun (96 cm) y son bastante más pesados que los Shinai standar.

La longitud del Shinai se estableció por primera vez entre 1850-60 en 3 Shaku y 8 Sun (115 cm) por Odani Nobutomo (Jishinkage-Ryu), instructor jefe de Kenjutsu en el Kobusho del Shogunato (Centro Militar de Entrenamiento).

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La longitud de la espada se ha establecido desde hace tiempo en 10 puños de longitud (Nota del Editor: Tesshu puede estar haciendo referencia a la regla del Kobusho antes mencionada). Este tamaño -alrededor de ½ de la longitud de tu cuerpo- se dice facilita el acto de golpear al enemigo. A pesar de esta regla, muchas escuelas han seguido la tendencia de usar espadas más cortas, por ejemplo algunas escuelas apuestan por el uso de espadas de 8 puños de longitud. Un espada más corta requiere que superes la deficiencia de la longitud a través de tu espíritu.

Durante el periodo Tenpo (1830-1844) hubo un espadachín de Yanagigawa-han (Fukuoka) llamado Oishi Susumu. Apreciaba la victoria más que nada sobre cualquier otra cosa, y usaba un Shinai de más de 5 Shaku de distancia (los Shinais actuales para hombres son de 3 Shaku y 9 Sun, sobre 120 cm; 5 Shaku estaría alrededor de 150 cm) Este hombre llegó a Edo y fue visitando todos los Dojos, desafiando y ganando la mayoría de sus peleas. Oishi, se decía había incluso luchado con Chiba Shusaku (famoso e influyente espadachín del Itto-Ryu y Shihan del Genbukan). Contra el gigantesco Shinai de más de 5 Shaku de Oishi, Chiba usó como Tsuba la tapa de un barril. De todas formas esto tan solo era un “juego” y no algo que me dignara a llamar Shiai de Kenjutsu.

Tras esta época, Kenshi de diversas escuelas -ignorando su propia tradición- simplemente han seguido la moda y creen que usar un Shinai más largo es mejor. Su aprendizaje superficial y su ignorancia es deplorable: cualquiera que desee estudiar esgrima no debe mirar tan sólo a los aspectos exteriores como ganar o perder una competición.

Hoy en día muchos Ronin se auto-proclaman maestros/profesores y aprovechándose de la tesitura son capaces de ganarse la vida. Su éxito depende de la fortuna en los desafíos a Dojos, y es de aquí desde donde la idea de “más largo es mejor” se ha propagado.

Si observamos como reponer el Kendo a su estado correcto, deberíamos empezar primero devolviendo al Shinai la longitud de los estilos antiguos, y pensar que significa tener un duelo con una espada viva.

Yamaoka Tesshu, Septiembre del año 16 de la Era Meiji (1883).

Artículo original por Yamaoka Tesshu.
Traducido al castellano por Néstor Bardisa.

Sobre el problema del Tsuki

martes, 8 de noviembre de 2011


-realizando Tsuki waza como una técnica central en el Kendo para niños-

Durante mucho tiempo se ha dicho que “el Kendo empieza y termina con Tsuki” (un dicho atribuido a las enseñanzas de Hokkushin Itto-ryu). Esto se puede apreciar si observas la estructura del Kendo no Kata: se espera que presiones el centro del cuerpo de tu oponente con tu Kensen, sin apartarlo (esto se expresa también a través del Zanshin).

Tras la guerra, se declaró que el Tsuki era demasiado peligroso para que los estudiantes de instituto o más jóvenes la pusieran en práctica, y su uso fue prohibido en los Shiai de aquel rango de edad. En consecuencia, la norma era no enseñar está técnica nunca más en la práctica habitual.
(Nota del editor: es posible que Takizawa-sensei sugiriese que no solo los niños no aprendían esta técnica, sino que el especial manejo del Tsuki influenciaba su Kendo en su etapa adulta también. Esta es de hecho mi experiencia personal, donde mucha gente desarrolla un buen Kendo, pero todavía duda a la hora de usar o incluso practicar Tsuki.)

El Kendo de la post-guerra fue re-concebido como un deporte, y como tal se crearon nuevas reglas. A causa de esto, adquirió importancia garantizar la seguridad, y ciertos elementos de la pedagogía tradicional del Kendo empezaron a estar mal vistos, por ejemplo el barrido de piernas, los agarres, empujar (sin animo de puntuar), golpear áreas desprotegidas, etc... esto de hecho se convirtió en Hansoku. Incluso (debido al dolor provocado cuando se golpean las orejas) se limitaron los golpes válidos de Yoko-men a una altura por encima de las orejas, y finalmente el Tsuki se convirtió en una técnica prohibida para estudiantes de instituto o menores. Cualquier cosa que se pensaba podía ser peligrosa se limitaba por reglas y regulaciones minuciosas.

El Kendo de la pre-guerra fue concebido en relación al Budo (Bujutsu), por lo tanto cosas como los barridos de piernas, agarres, empujones, etc... de hecho tuvieron un tiempo en el que las acciones violentas ocurrían abiertamente y sin penalización. En esta época, se dio el caso que personas mayores, mujeres y jóvenes dudaban si practicar Kendo.
(Nota del editor: No había mujeres Kenshi (¿ninguna?) durante la pre-guerra. Las únicas de las que se tiene noticia son aquellas que tomaron parte en el Gekkikenkai de Sakakibara, donde las mujeres estaban como curiosidad. No creo que “dudasen”, sino que no podían entrenar.)

Hoy en día que los jóvenes, mujeres y personas mayores puedan practicar todos juntos es debido principalmente a que hay un alto nivel de seguridad. Deberíamos reconocer esta característica como una de las razones más importantes en el éxito del Kendo actual.

Por otra parte, debido a esta minuciosidad en las reglas, podemos ver gente intentando infringirlas deliberadamente, incumpliendo el Tsubazeriai, etc, básicamente vemos una mala tendencia a intentar diversos métodos para ganar haciendo que la verdadera esencia del Kendo -etiqueta, rigurosidad, intensidad- se haya diluido.

De esta forma, aun tomando debida nota del éxito del Kendo actual, debemos reflexionar y considerar profundamente en que se ha convertido. Un ejemplo es el caso de la prohibición del Tsuki para los niños o los estudiantes de instituto; planteándolo de otra manera, si consideramos la base del Kendo -golpear claramente un DATOTSU(打突), por ejemplo: cortar(打) o estoquear(突)- hemos quitado la parte de la estocada (突), y por lo tanto no es exagerado decir que lo que nos queda es un Kendo incompleto (deformado).

He revisado diversas opiniones respecto del “Tsuki como una técnica peligrosa”. Entre las personas que afirman esto, están aquellos que tan solo dicen que “el Tsuki es peligroso” sin dar ningún ejemplo concreto; su visión es simplemente abstracta. Los instructores que afirman esto describen una mala imagen del Kendo de la pre-guerra. En particular, y aunque acepten que el Kendo debería usarse para fines educativos, aquellos que lo enseñan en colegios son los que más se hacen oír sobre el tema de la peligrosidad.

La situación a la que se ha llegado y que acabamos de describir, donde la opinión pública (abstracta) dice que “la técnica de Tsuki es peligrosa” a pesar de no tener pruebas que lo apoyen, ha provocado que la técnica se haya prohibido para estudiantes de instituto y menores, por lo tanto esta situación obstaculiza el desarrollo/crecimiento del Kendo e impide la habilidad de transmitir la cultura tradicional del mismo a las futuras generaciones, debemos imponernos a los instructores para aclarar la técnica de Tsuki (de modo que su uso correcto se entienda).

Cuando los niños que vienen a mi Dojo (de 6 a 12 años) son capaces de usar el Bogu y realizar Kakarigeiko a un buen nivel, lo primero que les enseño es Morotezuki. Si les enseñas Tsuki a esta edad serán capaces de adquirir una buena técnica de forma natural. La razón de hacerles estudiar el Tsuki es que se debería forzar a los niños a comprender los siguientes puntos acerca de la importancia del Kihon:
1.Golpear Men como si amenazáramos a Tsuki, no dejes que tu Kensen salga fuera del centro de tu oponente (Chudan No Kamae correcto);
2. Ayuda a corregir un Tenouchi poco natural (agarre correcto);
3. Realizar Tsuki no con las manos, sino con las caderas (movimiento correcto del cuerpo);
4. El Motodachi recibe colocando bien la barbilla y manteniendo la postura (postura correcta);
5. Si el juego de pies del Motodachi es incorrecto (con el talón en el suelo) entonces es que hay miedo de ser derribado (Ashisabaki correcto).
6. Tanto el Motodachi como el que realiza la técnica se ponen serios (sentimiento de tensión).
Usar la técnica de Tsuki para forzar el entendimiento de los puntos anteriores es útil.

De ahora en adelante, me gustaría y esperaría que aquellos que enseñan a niños, enseñaran Tsuki no como una técnica peligrosa, sino como una parte fundamental de la base del Kendo; como una parte segura, eficiente e importante del método de enseñanza de los instructores, y en general para que el Tsuki se use ampliamente. Enseñar a los niños a realizar Tsuki abiertamente, tendrá en un futuro una repercusión positiva en la técnica. Para esto, debemos idear un método para incrementar la habilidad docente de los instructores.

Takizawa Kozo
Showa 53, (1978), 20 de Enero.

Artículo original por Takizawa Kozo.
Taducido al castellano por Néstor Bardisa.